domingo, 19 de diciembre de 2010

Compañía

No dejaré que te alejes,
no importa el obstáculo
pero nunca te perderé...

Caminan juntos por un puente colgante, uno antiguo con cuerdas viejas, caminan felices y riéndose de sus conversaciones, cuando van por la mitad, y sin previos aviso las sogas del lado derecho se cortan y el puente ladea...la muchacha se resbala y cierra sus ojos pensando que todo estaba perdido, pero siente que se detiene y abre sus ojos, el muchacho estaba sujetado con su mano izquierda una de las sogas del lado izquierdo del puente, y con la derecha entrelazada con la izquierda de la muchacha.


-Saldremos de esta juntos, te lo prometo-la consuela el joven mirándola con ojos tranquilos y una sonrisa amistosa.
-Tengo miedo...

por el peso de ambos, poco a poco la cuerda que sujetaba el muchacho se iba cortando, entonces la muchacha comenzó a llorar.

-No creo que ambos podamos salvarnos-dice ella con grandes lágrimas en sus ojos.
-Creo que tienes razón-confiesa con miedo y tristeza, pero aún así con esfuerzo volvió a dirigirle una sonrisa-. Trata de trepar por mi cuerpo, agarra la cuerda y yo la soltaré.

-¡NO!...no digas eso...vive tú, eres una persona asombrosa, no dejaré que una vida así se desperdicie en este mundo, además te amo, no sacrificarás tu vida por mí- grita con enojo y dolor.
-Yo también te amo, por eso...
-No...no quiero vivir sin ti, no puedo...es que simplemente no puedo-sus lágrimas no acaban.
-Tú eres la persona más especial en mi vida.

Viviremos juntos,
no importa si no es en este mundo
pero nunca nos abandonaremos,
en todo juntos
sin importar el final...
sin importar lo que suceda...
sólo contando con nuestro amor.

La cuerda no aguanta mucho más, ya faltan sólo unos momentos, sólo unos segundos quizás y se cortaría y no se sabría cuál de los dos caería al torrentoso río.


-¿Sabes?, creo que ninguno podría vivir sin el otro en este mundo, pero podemos igual estar juntos por siempre-comenta con lágrimas el muchacho pero con una sonrisa.
-Creo que entiendo a lo que te refieres, bueno...no importa dónde sea, lo que importa est estar juntos ¿no?, pero tengo miedo, es que yo aún no quiero morir- susurra lo último.
-Yo igual y mucho, pero es que estás conmigo...eso me alivia mucho, no hay cosa más bella que morir con la persona que uno ama...
-Falta poco, ¿dolerá mucho?.
-No sé, quizás eso da miedo, pero mira hagamos algo, como esto es alto, cuando se corte la cuerda entrelazamos las manos y nos miramos a los ojos, si nos perdemos en la vista del otro no debemos tener miedo.

-Bueno me encanta mirarte a los ojos, es como mirar a la paz en persona-confiesa y deja de llorar la muchacha y una sonrisa aflora sus labios.

La cuerda se rompe y ambos entrelazan sus manos y se miran todo el tiempo a los ojos y con una sonrisa amorosa.

-¡SIEMPRE JUNTOS!-grita él.
-¡NUNCA NOS SEPARAREMOS!.

Caen al agua.

No hubo dolor algunos,
porque nos aliviaron las miradas...
nunca nunca nos perdimos...
sólo que ahora estamos en otro lugar,
pero felices de estar juntos.


Un hombre, caminando por la playa que daba al mar, solitariamente por la arena mirando el atardecer, en unos pasos más allá ve a dos personas a la orilla del agua.Corriendo se acerca y son sorpresa y tristeza ve alos dos muchachos con los ojos cerrados y sus manos entrelazadas débilmente ya que estaban muertos...aún tenían una sonrisa, el hombre miró al cielo pidiendo por la paz de ambos.

Nuestros sentimientos juntos siempre estarán,
no importa lo que pase,
siempre estaremos juntos,
y nunca nos olvidaremos de que nos amamos.