sábado, 27 de agosto de 2011

Y aquel dolor...

Aquel dolor en mis sentimientos es insoportable,
mirar aquel agujero vacío en medio del abismo,
sin que el viento sople en el rostro de mi cariño,
pensando que algún día la tierra misma caerá
y no quedará rastro de mi existencia.

Durante la vida la ilusión ha sido aceptada,
como una forma de vivir tan dolorosa,
una forma de pensar que destroza la piel.

Una vez nació aquel cariño
que murió de un segundo a otro,
pensé que podía volver a sentir las caricias del amor
y no fue más que una ilusión del destino
que me tejió con hilo oscuro en el alma.

Mi mano se separó de aquello a que tanto quería,
ni la más esperanzada idea pudo mantener al amor despierto.
Un golpe a la Vida no hubiera sido posible con este dolor,
un abandono de mis esperanzas me produjo el hecho mismo.

El solitario aroma de mi presencia me causaba repulsión,
sentarme en mi habitación para no caer de agonía,
sin pensar que las llamas de un sufrimiento eterno
consumían mis pensamientos,
quemaban como hojas de papel en la hoguera
a mis frágiles recuerdos de tu cariño.

Lloro tanto por pensar que nuevamente en la soledad me encuentro,
sin creer que nuevamente podré sentir el cariño en mi ser,
porque tanto dolor no quiero sentir,
y que la ilusión no empiece por ser mi amiga otra vez.

Visité la pradera de hojas verdes cuando alguna vez
en la tristeza de mi alma estuve,
donde el viento podía refrescar mi piel seca por la amargura del dolor,
y donde un árbol en medio del horizonte,
bailaban sus hojas como si realmente viviera una felicidad inmensa.
Y aquí es donde supe que ni en el lugar más tranquilo del mundo
podría encontrar aquel sentimiento que perdí alguna vez...

domingo, 14 de agosto de 2011

¿Por qué mi alma fue atada con estas cadenas?

¿Por qué mi alma fue atada con estas cadenas?,
limitada por aquel destino tan incierto,
y tan doloroso a la vez.

La noche es oscura y el miedo es eterno,
mi corazón se ennegrece
por aquel sombrío mirar del dolor,
sin parpadear en el pequeño infierno
que se crea en mi frágil corazón.

Las arenas del tiempo no están a mi favor,
siento que voy retrocediendo
mientras el tiempo va avanzando,
ni siquiera voy al pasado,
ni tampoco recuerdo algo,
simplemente voy hacia atrás
mientras avanzo al futuro.

Grito para ser escuchado,
grito para ser salvado de este dolor
que me ocasiona mi dañada alma,
que desgarra desde mi interior
la existencia de mi ser.

¿Por qué mi alma fue atada con estas cadenas?,
si no tiene culpa alguna de haber existido,
si tan sólo su único pecado fue nacer en mi cuerpo,
su único pecado fue conocer mis recuerdos...
su único pecado en su vida fue...
el haberme conocido...

Las cadenas comienzan a apretarse,
y comienzo a escuchar aquellos gritos desgarradores de mi alma,
que no soporta un sólo segundo más
ese dolor tan infernal,
y yo comienzo a llorar por no saber qué hacer,
por estar ahí sintiendo todo sin poder calmar
aquellos gritos en mi interior...