domingo, 11 de diciembre de 2011

Capítulo 3.

Un nuevo día,una nueva historia...
nuevos pasos en el camino,
una nueva mirada en un cielo eterno...

El joven se dispuso a irse al liceo cuando su madre lo detuvo en la puerta.

-¿No desayunarás?-le preguntó con una suave voz.
-Si lo hago, llegaré tarde, prometo en la hora de almuerzo comer el doble, pero ahora realmente estoy apurado-le contestó con prisa mientras abría la puerta.
-Está bien...cuídate hijo, y tú igual Eli...

Pero no alcanzó a terminar la frase y las últimas palabras fueron un susurro para sus propios pensamientos, Eric no la alcanzó a escuchar porque se hallaba ya en el portón de la casa. Se fue a sentar a la mesa en la cocina a dejar unas lágrimas caer sobre su delantal.


Eric llegó exhausto al frente de su aula, entonces recordó que por ser alumno nuevo tenía hasta media hora extra para llegar a clases y así poder presentarse frente a todos sus compañeros.

-Qué idiota soy...recupero el aliento y entraré-se dijo mientras se secaba el sudor de la cara.

Tocó la puerta y la profesora lo hizo pasar, entró algo nervioso y se puso frente a la clase.

-Bienvenido, tú debes ser Eric Vansel, ¿no es cierto?-al ver que Eric afirmaba con la cabeza se dispuso a continuar-.Yo soy la señorita Rebecca, la profesora a cargo de este curso, ahora preséntate a tus compañeros y luego te asignaré un puesto.
-Bueno...mi nombre es Eric Vansel, vengo de la ciudad de Eblaun, espero...llevarme bien con todos ustedes, eso creo...
-Bueno Eric, te sentarás en ese puesto vacío delante de Nina.

El joven se encaminó hasta el penúltimo puesto de la fila izquierda, donde no tenía compañero de puesto.

-La ceremonia de inauguración del año será mañana a las ocho en punto, no se atrevan a faltar-ordenó con severidad la maestra-.Ya sabemos todos el problema de asistencia a ese acto el año pasado.

La profesora siguió hablando de reglas y límites, de proyectos del año,etc., entonces la joven detrás se levantó silenciosamente de su puesto y se sentó junto a él.

-Hola, Nina Harvesh, gusto en conocerte-se presentó en susurros la joven y con una sonrisa.
-Gusto en conocerte igual...¿Harvesh?-preguntó con una pequeña exclamación Eric que la profesora alcanzó a escuchar.
-Nina, en el recreo puedes hacer todos los intentos por tener novio que quieras, ahora hablo yo.
-Es como una harpía para los hombres...-dijo entre susurros un joven del final de la fila de al medio.
-¡Te escuché, considérate muerto!-le prometió apuntándolo con el dedo índice mientras sus ojos azules lo miraban con enojo.
-Nina compórtate, y tú igual Kein, discusiones o lo que sea, en momentos en que no estemos en mi clase.

El resto de la clase pasó en silencio y cuando hubo tocado el timbre, la mayoría salieron en grupos a pasar el recreo y hablar de sus vacaciones.

-Oye, ¿por qué te sorprendió mi apellido?-le preguntó extrañada la joven volviendo su cara hacia la de Eric.
-Es que...-pero no alcanzó a seguir porque una joven llamó desde la puerta.
-Hermana-dijo Ladia levantando la mano y luego vio a Eric y lo saludó agitando levemente su otra mano.

Nina le dio personalmente la bienvenido a Eric con una sonrisa y fue al encuentro de su hermana. Éste las veía con interés al ver que no se parecían tanto, eran igual de delgadas y de tamano pero, sus caras eran diferentes, el color de ojos igual, incluso el cabello de Nina era blanco y corto mientras que la de Ladia era castaño y Largo. Al momento se dio cuenta que había una tensión entre ellas, como si discutieran disimuladamente, hasta que Ladia se retiró molesta y Nina se quedó con mirada triste hacia el suelo, al final terminó saliendo del aula despacio.

En la segunda clase se presentó un nuevo profesor de lenguaje al aula, en ese tanto que saludaba y se presentaba, Nina se sentó nuevamente al lado del joven para platicar.

-Hola de nuevo-saludó con una sonrisa-. Oye, hay algo que quiero preguntarte, ¿conoces a mi hermana?, como vi que te saludó endenante cuando me llamó.
-Ahh, sí, no pensé que tuviera una hermana por eso la pequeña exclamción de endenante, la conocí el día que llegué a la ciudad, en una playa fuera de ésta.
-Ella va mucho allí, hay veces que la acompaño, perdona la curiosidad sólo quería saber, es que es difícil ver que tenga amistad con alguien que estuviera fuera del colegio.
-Bueno no somos amigos precisamente...sólo hemos entablado conversación dos veces, pero es simpática.

El resto del día transcurrió tranquilo y al final de éste todos salieron haciendo planes de ir al centro a pasar el tiempo. Eric se despidió de Nina y se dirigió al trabajo de su madre que quedaba en mitad del centro, lejos de la plaza.

-Lamento que hayas tenido que venir hijo-se disculpó mientras ambos estaban sentados a la escalera de un gran edificio.
-No te preocupes, pero no pierdas tu celular otra vez porfavor.
-Soy olvidadiza de repente con eso, bueno, necesito que compres la cena en algún restorán cercano, llegaré tarde hoy así que no me esperes.


Eric al salir del restorán con una bolsa en cada mano se dio cuenta de que ya había anochecido, entonces sin fijarse tropezó con alguien e inmediatamente quiso disculparse.

-Disculpa mi distracción...-comenzó pero para su sorpresa era Nina con varias bolsas en cada mano.
-No pasa nada...-dijo ella cansada por el peso de las bolsas.
-¿Quieres que te ayude?.

El joven insistió aunque la muchacha se negara y dejó que la ayudara, caminaron un buen rato hasta llegar a la casa de los Harvesh, del mismo porte que la de Eric, de dos pisos, pero de gran distancia una de otra.

-Bueno, aquí es, muchas gracias, ¿no queda lejos tu casa de aquí?, es tarde y te podrían asaltar-dijo preocupada la joven.
-No te preocupes, este camino me lleva a mi casa, ¿tu hermana no se viene contigo desde el colegio?, ahora que lo estaba pensando.
-Le dije que se fuera antes para que cuide a mamá porque está algo enferma, de verdad muchas gracias Eric, eres buena persona, nos vemos mañana, aunque...¿te gustaría ir con nosotras mañana al liceo?, como pasas por acá cada mañana, así no nos vamos juntas como normalmente lo hacemos.

Vansel accedió y se despidió con la mano, Nina entró con dificultad a la casa donde Ladia la saludó con una sonrisa.

Cuando estaban cenando las dos solas en la cocina, Nina comenzó a hablar.

-Mañana Eric se irá con nosotras a clases, nos pasará a buscar.
-¿Quieres que se convierta en mi amigo?.
-Ladia...mira...
-Yo no puedo tener amigos, no valdría la pena y sabes por qué...
-Pero hermana...-quiso seguir la joven sin que Ladia la dejara continuar.
-¿Acaso puedo tener amigos que en ese día inevitable les causaré un gran sufrimiento?.

Ladia se levantó de la mesa diciendo que no tenía más hambre y se fue a acostar con tristeza.Nina quedó con nostalgia por las palabras de su hermana y siguió comiendo sola, pensativa.

-¿Acaso nuestro lazo también se romperá?-susurró con lágrimas en sus ojos-. No dejaré que los recuerdos sean solitarios hermana...

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